Mesas de centro, detalle clave de cualquier salón

Las mesas de centro son una de las piezas clave de un salón y, sin embargo, no se les suele prestar toda la atención que merecen. Este mueble suele ser el núcleo alrededor del que se monta todo un salón por lo que, a la hora de elegirlo, hay que tener en cuenta tres aspectos básicos:
  • El estilo que queremos darle a la estancia.
  • El espacio del que disponemos.
  • El presupuesto con el que contamos.

Tal y como está la economía por esta zona del mundo, el punto de partida a la hora de amueblar una casa o reformar una estancia suele ser contar con un presupuesto limitado. En el caso concreto de un salón lo recomendable es tratar de ahorrar en algunas piezas en las que la relación calidad/precio puede estar más ajustada para dedicarle ese dinero a otras en las que la diferencia es más notoria, como los sofás. Por eso, uno de las mejores formas de ahorrar puede ser decantarse por mesas de centro baratas.

Espacio del salón


Una vez que tenemos decidido el presupuesto que vamos a dedicarle a nuestra mesa de centro hay que tener el cuenta el espacio del que disponemos: si se trata de un salón-comedor, si tenemos esas dos estancias por separado o si va a ser una estancia multiusos en la que igual utilicemos la mesa de centro para organizar nuestras cenas que como despacho improvisado; si irá acompañando a un conjunto de sofás de 3 y 2 piezas, un chaise lounge, varios sillones, sillas o algún puf...

De todo eso dependerá el tipo de mesa con la que nos tenemos que hacer, su tamaño, su forma y, sobre todo, su altura, un aspecto que dependerá del uso que le vayamos a dar y que influye más de lo que puede parecer -por ejemplo, las mesas bajas consiguen aumentar la sensación de amplitud general-.

De hecho, en estancias pequeñas en las que no entran todos los muebles que querríamos lo aconsejable para ganar espacio es prescindir de la mesa de comedor. Las mesas de centro se convierten entonces en piezas auxiliares multiusos que hacen las veces de mesa de trabajo, mesa para comidas y cenas y mesa supletoria en la que colocar desde el ordenador hasta unos cafés.

En esos casos, la mejor manera de ganar espacio y de poder adaptar la pieza a las distintas necesidades que surjan es decantarnos por una mesa de centro extensible. Las hay con una sola pieza elevable, con dos que se pueden subir de forma independiente e incluso con una frontal y otra lateral.

Estilo que queremos conseguir


Una vez que hemos cerrado el tema del presupuesto -mesa de centro barata- y del espacio -decidir aquí forma, tamaño y altura según el uso que se desee-, la tercera cuestión que hay que tener en cuenta es el estilo con el que queremos decorar el salón, ya que hoy en día la variedad de materiales, colores o líneas no se limitan a los muebles caros.

En este aspecto hay que valorar el tipo de sofás, los colores de las paredes, el material de los suelos, si irá sobre una alfombra o no… Y, más allá de las simplistas etiquetas “clásico” o “moderno”, recordar qué sensaciones queremos conseguir en nuestro salón para tratar de que la funcionalidad -no olvides que será la estancia a la que probablemente más uso le des- y diseño -también es el lugar en el que recibirás a tus visitas y que se convierte en el corazón del hogar- vayan de la mano.

En cuanto a los materiales y tipos de mesas de centro -de cristal, de madera, lacadas, cuadradas, rectangulares, sin patas…- las posibilidades son casi infinitas y el gusto de cada cual importa más que cualquier consejo de decoración.

Fuente: TopKit

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